Martes, 15 de febrero de 2011.


Hoy el día ha estado triste. El gris no siempre tiene por qué ser sinónimo de tristeza, pero hoy no podría encontrar un color mejor para describir el estado de ánimo que tengo. Y si cuanta más intensidad tenga el color más profunda es la tristeza, mi gris hoy es casi negro. Me tiemblan las manos al escribir, pero es mejor eso a que te tiemble la voz. Hoy las ideas no quieren quedarse en mi cabeza, y se resbalan como las pequeñas gotitas que hay en los cristales. Porque hoy solo hay eso. Agua. Diminutas gotas que calan hasta lo más hondo sin mojarme a penas. Y porque hoy he leido una frase con la que mi día se ha vuelto más triste todavia: ''La divulgación de una verdad (deseo, sentimiento) personal implicaría para otros el dolor y la pérdida de la paz espiritual''. No creo que nadie pueda entenderme, pero no hoy... no solo es gris lo que veo desde mi ventana.