Por personas como tú merece la pena respirar. Merece la pena todo. De haber sabido que las cosas acabarían así me habría vuelto a lanzar al vacío. Porque hubiera merecido la pena. Porque mereces la pena, la alegría, las lágrimas y la vida. Mereces tantísimo la pena que me abandono a la autodestrucción de perderme entre las manos de cualquiera y sin que se note, echarte de menos. 
Ojalá se sienta afortunada quien despierte entre tus sábanas, quién no pueda dormir porque tú no se lo permitas. Porque realmente lo será.